Château Lafite Rothschild Pauillac, Francia

Concurso de arquitectura Chateau Lafite Rothschild

Mission : Análisis, viabilidad, programación, organización de concursos

Mission : Análisis, viabilidad, programación, organización de concursos

Conocido por la excelencia de sus vinos en todo el mundo, el grupo Domaines Barons de Rothschild (Lafite) posee viñedos en varios continentes, pero el corazón de su historia está en Pauillac. Sus valores y filosofía están arraigados en el terruño de Château Lafite, propiedad de la familia Rothschild desde 1868. La bodega, que no había sufrido ninguna transformación significativa desde 1986, necesitaba una renovación importante. En este contexto, Saskia de Rothschild se puso en contacto con nosotros para organizar un concurso de arquitectura para Chateau Lafite Rothschild.

Contexto

¿Qué arquitecto para Château Lafite Rothschild?

El dominio ha alcanzado un punto crucial en su desarrollo. La organización de las zonas vitícolas es el resultado de sucesivas ampliaciones. Se ha hecho imprescindible no sólo aumentar la superficie útil, sino también cuestionar todo el circuito actual y revisar la asignación de espacios para mejorar las condiciones de vinificación, anticiparse a los avances técnicos sin traicionar el patrimonio y la memoria del lugar, y responder a los nuevos retos medioambientales. Un primer proyecto del arquitecto Ricardo Bofill a finales de los años 80 amplió el espacio de la bodega, creando un marco solemne, casi religioso, que aún hoy recuerdan todos los que visitan Lafite. En 2017, con solo 30 años, Saskia de Rothschild tomó el relevo de su padre al frente de Domaines Barons de Rothschild. Por ello, asume la responsabilidad de reestructurar Château Lafite Rothschild. Su prioridad es mantener intacta la emoción que emana de ella, al tiempo que satisface las nuevas necesidades técnicas de la industria. Su objetivo es avanzar con humildad, frente a los siglos de historia que han construido Lafite.

Programación

La necesidad de un proceso de excelencia

En Lafite, la búsqueda de la excelencia es perpetua y forma parte de la vida cotidiana de todos los trabajadores que participan de alguna manera en la producción del vino, por lo que era natural que lo mismo se aplicara a este proyecto a gran escala. Representa un verdadero punto de inflexión para el sector. Por tanto, la elección del arquitecto a través de un concurso era una opción obvia. Nuestro encargo comenzó con un inventario de la situación existente y sus disfunciones, y de las intenciones del propietario del proyecto. Los distintos equipos que trabajan en Lafite se han coordinado y reunido. Fueron necesarias varias reuniones in situ para comprender el lugar y su genio, el apego sentimental casi irracional a ciertas zonas, y llegar a un acuerdo sobre este dilema: lo que el proyecto debía ser desde un punto de vista técnico, y lo que podía ser desde un punto de vista histórico, emocional y familiar. Se han desarrollado varios escenarios para cumplir los principales criterios del propietario del proyecto. Una de ellas les llamó la atención, como base de reflexión puesta a disposición de los candidatos. Como organigrama funcional que resume el programa y las expectativas del propietario del proyecto. Estas hipótesis organizativas y espaciales, respetando el presupuesto y las limitaciones del lugar, la normativa y la historia, permitieron al cliente comprobar la viabilidad de sus intenciones y darles prioridad al tiempo que repensaba su proceso de vinificación. Además de los elementos programáticos, el patrimonio tenía una ambición aún más amplia para su proyecto de reestructuración completa: adoptar un enfoque resiliente. Proteger el medio ambiente es una prioridad obvia si se quiere mantener la calidad del vino. Diseñar un proyecto que utilice con moderación los recursos naturales no es sólo una ambición, sino la única forma de garantizar que la arquitectura de la finca sea coherente con su filosofía y sus valores.

Concurso de arquitectura

Convivencia y emoción

Para seleccionar a los 5 equipos admitidos al concurso, el Propietario pudo discutir el proyecto con los arquitectos cuyos portafolios y referencias respondían a sus expectativas. Era esencial seleccionar equipos cuya filosofía, valores y personalidad estuvieran en simbiosis con los de los clientes, que también tuvieran en cuenta la dimensión humana, la calidad de los intercambios y su intuición sensible. La selección de equipos admitidos a concurso refleja la diversidad de las candidaturas, con un Premio Pritzker, 2 jóvenes pepitos, un inglés, unos españoles... Durante la visita, el equipo del Château pudo compartir sus aspiraciones, establecer reuniones informales y forjar vínculos con los candidatos en un ambiente cordial. Una prueba de que nuestras competiciones son muy divertidas. Para Saskia y su padre, el barón Eric, los jurados intermedios fueron momentos emotivos: por primera vez en la historia de la finca, los arquitectos examinaron el conjunto de la obra y el proceso. Diseñar un proyecto así significaba entrar en su intimidad, comprender su historia y cuestionar sin vacilar su saber hacer ancestral. Se encontraron soluciones que nunca antes se habían contemplado y se abrió todo un nuevo mundo de posibilidades para escribir la nueva historia de Lafite. Los equipos han demostrado que es posible cumplir todos los requisitos de la finca, respetando al mismo tiempo su patrimonio. Su innovación, entusiasmo y empatía nos permitieron responder a todas las expectativas de Château Lafite Rothschild e incluso superarlas mejorando aún más el proyecto. El equipo dirigido por el arquitecto Bernard Quirot fue el vencedor, ganando todas las votaciones tras tres meses de trabajo.

Gestión de proyectos

Renacimiento

Una vez finalizado el concurso, quisimos apoyar a Saskia y a su equipo en las negociaciones con el grupo de gestión del proyecto, hasta la firma del contrato. Actualmente se están realizando estudios de diseño. Se basan en los elementos acordados durante la fase de programación y en las propuestas espaciales del proyecto ganador. La variable de ajuste entre proyecto y programa se perfecciona durante las reuniones de diseño y los intercambios entre Saskia y el arquitecto encargado. Sus visiones se unieron para crear el proyecto.

El proyecto ganador

Bernard Quirot Arquitecto y Atelier EGR

El proyecto ganador de Bernard Quirot, en asociación con Atelier EGR, consiste en la construcción de un edificio de piedra situado entre los edificios de la bodega. El proyecto ha ido evolucionando desde la fase de concurso para adaptarse lo más posible a la situación existente. La superficie útil de la finca se ampliará en 4.500 m² y se renovarán 6.000 m².

Les finalistes

En la prensa

“Le concours le plus couru de l'année 2022”

AMC

“Le concours le plus couru de l'année 2022”

AMC

“Le concours le plus couru de l'année 2022”

AMC

“Le concours le plus couru de l'année 2022”

AMC